Su sueño se hizo realidad cuando nadó para el equipo paralímpico de EE. UU. en 2008. En 2016, hizo la transición al paratriatlón y tuvo un gran éxito con sus compañeros de equipo. Ahora con dos hijos, Melissa está lista para demostrar que todavía puede seguir el ritmo de sus competidores más jóvenes mientras va rumbo a Tokio. Melissa comenzó una organización sin fines de lucro, Dare2tri, donde introduce a los atletas con discapacidades físicas al deporte del paratriatlón. También viaja por todo el país compartiendo su historia para inspirar a otros, porque ella cree que cuando nos enfrentamos a desafíos inesperados, todos tenemos el poder de enfrentarlos. Para Melissa, ayudar a alguien que escucha su historia es una enorme satisfacción. Definitivamente vive una vida jamás imaginada, de la que ama cada minuto.